viernes, 20 de noviembre de 2015

QUIEN PERSEVERA TRIUNFA




 Por Jonathan JARA CALLA


Jonathan  y Pedro  son  dos  amigos  estudiantes  de secundaria. Les gusta el  fútbol.  Anhelan ser los mejores en el campeonato escolar. Los  dos  están en distintos  colegios.   Jonathan  en  LA  SALLE, Pedro  en DON BOSCO.

Compañeros, profesores y amigos de Jonathan le decían  que  era bueno  como  portero, que se  presentara a  las pruebas de un equipo, para  así poder participar  en los certámenes de  segundas, primeras, Copa Perú o en  la reserva de un equipo profesional.

Dijo Jonathan gracias por  el consejo,  lo tomaré en cuenta. Se lo  comunicó  a  su mejor amigo lo que  le habían comentado.  Lo  pensaron mucho, llegaron  a una conclusión de  que  irían a un equipo a jugar.

Comenzaron  jugando en segundas, se  dieron cuenta que eran buenos y  que  si podrían lograr  sus  sueños  de  ingresar  a un equipo profesional.

Cierto  día,  por  la  tarde los  dos salieron a  pasear,   estaban cerca al estadio  MELGAR. Miraban entrenar a un equipo de  muchachos  y decidieron  probar. Sí  ellos podrían jugar. Preguntaron al entrenador  del equipo si los  dos  podrían jugar  y entrenar  con  ellos.
El entrenador del equipo  les  dijo que  sí.    Les preguntó qué posición jugaban  y  sin  dudarlo  le respondieron que  eran porteros. Les  hicieron jugar. El profesor  los  observaba detenidamente.  Pedro  ingreso  al equipo,  pero Jonathan no. Se  sintió mal,   no sabía qué  hacer,  se fue llorando y  abandonó  el futbol y  sus  sueños.

Cierto día, caminaba  sin  rumbo todo  achicopalado, decaído. De pronto se  encontró  cara  a  cara con uno de  sus ídolos del  fútbol profesional, el guarda vallas  Leao Butrón. Le  preguntó porque  estaba  lloroso, decaído, deprimido.    Jonathan  se  quedó  sorprendido  al verlo.
- Buenos días, Sr Leao Butrón – dijo Jonathan-Me  encuentro así porque  pensaba que  era bueno  como portero, la  semana pasada me encontraba caminado  con mi  amigo, justo pasábamos por  el estadio  MELGAR  donde mirábamos  muchachos  jugando,  decidimos  entrar  y  nos  hicieron  jugar  y  se  quedó mi  amigo Pedro. Yo  no pude  ingresar y creo que  el  fútbol no es para mí.
Pues no olvides que quien persevera triunfa  en la  vida-dijo  Leao Butrón- Pues te doy un consejo no abandones el fútbol si tanto te gusta. Practica en una escuela de porteros  ahí  una muy buena  academia de porteros de  Ariel Paz.  

Jonathan  agradeció el consejo,  hizo  caso y  empezó  de nuevo  a  practicar  después de  un  tiempo.  Volvió  al equipo,  hizo  las pruebas y el profesor  se  sorprendió   al ver a Jonathan  con cualidades  que  había  mejorado  su nivel. Al  final  logró   ingresar  al equipo  profesional y  al pasar   de los  años  fue  convocado  a la selección de  su  país  y  fue  el mejor  guarda vallas  de  su país.



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