Por: Erick Collado Rayme
Ay, estaba él, corriendo, pobre Jofer,
viendo la muerte que lo alcanza. Entra en un callejón, sucio, miserable y
húmedo; es acorralado por los matones de Daison. Yo no he hecho nada, déjenme
en paz carajo, con voz autoritaria. Ya fuiste,
traidor de mierda, hoy te quemamos, decía el loco Carlos.
Cuando Jofer se
hundió en sus propios pensamientos. “MI VIDA ES UNA ESTUPIDEZ”; desde que lo
conocí cambio todo. Me acuerdo que hay, estaba yo, ansioso de entrar al 2° de
primaria y hacer nuevos amigos; cuando lo vi, un niño solo, de tez clara,
parecía que conversaba con el viento, hay en un rincón del patio; le dije: ¿Ola
quién eres, de dónde vienes?, recuerdo que me respondió temerario: Soy Daison,
soy de Canadá; me quede perplejo: ¿Por qué estás aquí? Mis padres tuvieron unos
problemas donde vivíamos y nos vinimos a vivir aquí. Noté preocupes, yo seré tu
mejor amigo. Como no me arrepentí de haberle dicho esa oración de 5 palabras.
Los años pasaban junto a Daison de la mano con las fechorías que asíamos. Recuerdo
que en 4ª de primaria nos pulimos, los lentes del profe y luego los vendimos,
desde ese momento todo empezó a cambiar. Pues así fue, ya estando en 3º de
secundaria nos tirábamos la pera, nos íbamos a tirarnos unas chilindrinas bien
helenas, hay donde el tío Fernando, regresaba a mi casa como a las 10 de la
noche. Mi madre preocupada me preguntaba, donde había estado. Yo le respondía
todo altanero: a ti que te importa, vieja miserable. Me iba a mi cuarto,
mientras la escuchaba llorar.
Recuerdo que
al día siguiente, fui al cole, me encontré con Daison y el me dijo: oye Jofer,
he traído un yupi, ¿qué dices nos lo zampamos ?no se as cagón. Yo le dije: Ya pe, vamos al baño. Nos lo tomamos todo pero el problema era el tufo del
yupi; de la nada Daison me puso un chicle mentado, para el tufo.
Fuimos creciendo
los 2 juntos como hermanos, terminamos el cole con bajas calificaciones pero
terminamos. Un da mientras estaba zampado le golpeé a mi madre de; un miércoles
quede con Daison irnos lejos del pueblo que era miserable, pues el tenia dinero
y no le faltaba nada.
Salí de mi jato
como loco con una maleta negra; nos fuimos. Apenas llegamos buscamos lugar
donde quedarnos y algo para tragar. Daison se encontró con su tío, un hombre
alto, blanco, bien al terno, parecía un persona exitosa como de esas que salían
en la tele. Nos llevó a su casa, en una zona ficha; no era como las casas
simples de cemento y ladrillo, sino de enchapado de porcelana y mármol, parecía
un castillo, con varios carros modernos estacionados, con un jardín inmenso.
Nos quedamos a vivir,
nos quedamos a trabajar en hay vendiendo yeso que el tío nos daba. Fuimos
creciendo económicamente, me conseguí mi choza y zapatilla; todo iba bien hasta
que el sapiens y uno masque trabajaban para el tío. Ya no regrese donde
Daison porque era seguro que me iba a
matar vendí todo lo que gane me fui al norte a vivir ya que estaba escapando de
Daison.
Todos los días
salía al mercado a vender verduras, en
eso empecé a trabajar y me iba bien hasta que , me encontraron corrí y corrí
para salvar mi vida pero me acorralaron en un callejón el loco Carlos decía: ya
fuiste, hoy te quemamos mierda. Yo trataba de convencerlos de que me dejaran en
paz pero no basto y me dispararon; no sé en que momento los vecinos se dieron cuenta y llamaron a la ambulancia;
contar que yo desperté en el hospital; un oficial a mi lado me biso varias
preguntas, y me prometió que si cooperaba en capturar al tío y Daison no iría
mucho tiempo a la cárcel acepté.
Ya estoy en el
último año de mi encarcelamiento, pienso remediar todo lo que hice mal,
empezando por mi madre.
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